sábado, 1 de agosto de 2015

JOSÉ ÁNGEL CILLERUELO, ALMACÉN (DIETARIO DE LUGARES)

Traemos otro título a la sección de Editoriales amigas del blog Ancile, caracterizadas por el primoroso trato de la edición y la escogida selección de sus autores. En este caso, nuevamente, la Editorial Polibea tuvo a bien publicar el título Almacén, dietario de lugares, del autor José Ángel Cilleruelo, y con un preciso prólogo de Juan José Martín Ramos, para la muy interesante colección La espada en el ágata; libro del que escogemos una breve muestra de su contenido para aquellos interesados en la fina sensibilidad literaria y lo más selecto de la percepción de lo cotidiano llevado al tamiz del arte poética. Animamos a su lectura y al disfrute de edición tan primorosamente confeccionada.




José Ángel Cilleruelo, Almacén, Ancile






JOSÉ ÁNGEL CILLERUELO, 
ALMACÉN (DIETARIO DE LUGARES)





José Ángel Cilleruelo, Almacén, Ancile





ESCRITORIO





Abro el cuaderno. Contemplo el salitre en el fondo del recipiente que contuvo un pensamiento. La luz de un día despejado después de la nevada. Las letras dejan una huella de botas altas que al avanzar por la página descubren en los bultos blancos objetos, realidades cotidianas e inmediatas. Ahí los asientos del parque, el seto, un arbusto, la fuente. Los, pasos alrededor, entretenidos, los descubren. Los describen. Su materia, sus colores, el tacto, las fisuras, ahora ocultos por la blancura, aparecen de súbito ante la mirada de quien, en la página escrita, les pasa la mano enfundada en un guante por encima para retirar la nieve cuando lee.




BOLSILLO





El algodón de una nube, la astilla de un rayo de sol, la moneda de una estrella lejana, una cuenta en papel de estraza del mercado de silencios, el silbido de una locomotora a vapor, un beso en el portal un día de lluvia, la palabra escrita con el pintalabios sobre un billete de tranvía. En el bolsillo la luz de la tarde en la que salimos juntos a pasear por primera vez, el vuelo de las gaviotas que cruzaron tus ojos, los guijarros cantarines del sendero donde nos detuvimos a mirar el cielo. En el bolsillo guardo lo que soy cuando las manos trajinan en el mundo, ajenas a mí.





BIBLIOTECA





Las nubes narran la mañana con una voluminosa caligrafía que no deja márgenes en el papel ni respeta el trazo de las líneas. Los pájaros convierten el cielo en una partitura de bemoles fugaces que ellos mismos se encargan de interpretar. Las copas de los árboles tienen una letra menuda, llena de arabescos casi ilegibles en la que cuentan su azarosa vida. Los rosales escriben versos delicados de punzantes epigramas que llaman la atención de quien los lee mientras una gotita de sangre le mana en la yema del dedo. El viento ensaya una obra de teatro que nunca estrena.


José Ángel Cilleruelo





José Ángel Cilleruelo, Almacén, Ancile

No hay comentarios:

Publicar un comentario