miércoles, 24 de junio de 2015

SOBRE ELOGIO DE LA DECEPCIÓN

Después de pedir autorización a mi muy entrañable amiga, poeta y escritora Jeniffer Moore, y obtenida por mor de su muy benévola aquiescencia, la publico en la sección Extractos críticos, del blog Ancile, aunque muy bien pudiere haber sido incluida en la de, Poesía y amistad, que así me sonaba, a verso, esta preciosa carta que tuvo a bien enviarme con motivo de la publicación del libro, Elogio de la decepción, y que yo tengo el gusto de editar, porque es modelo de elegancia, sensibilidad y, muestra de uno de las fuentes de virtud más inapreciables del que es capaz de ofrendar el ser humano, la amistad sentida y verdadera, y que yo guardo como singular tesoro y que aquí os ofrezco, para quien quiera gustar de tan deleitoso y sublime fruto nunca suficientemente ponderado.


Sobre Elogio de la decepción, Jeniffer Moore, Ancile



SOBRE ELOGIO DE LA DECEPCIÓN




Sobre Elogio de la decepción, Jeniffer Moore, Ancile




Querido y entrañable amigo:

No puedo más que regocijarme en la plenitud del espíritu por haber hallado en el concierto de la humanidad, los acordes singulares y llenos de sabiduría de tu generoso pensamiento expuesto en el Elogio de la decepción.

No pocas veces he meditado sobre la decepción, y más aún experimentado su influencia desde temprana edad y en diferentes momentos del desarrollo de mi ciclo vital, común a todos los humanos. Y en ese devenir convulso y personal  he descubierto que la amistad es el escenario donde con frecuencia se la ve desplegar sus mejores interpretaciones y de cuya comprensión inteligente depende que sea  una bendición para alcanzar la madurez, o un azote que nos empuje a la soledad sin remedio.
Hay un punto, una delgada línea donde pararnos para acceder a la comprensión más alta que las explicaciones corrientes. Y es, a mi modesto criterio, la opción de la humildad.

Como bien dices, en la sabiduría a la que has llegado por el camino del amor y la ciencia,  es por ella (la deceptio) que nuestros ojos descorren las cortinas de lo superfluo y ven lo verdadero, con los pies asentados firmemente sobre una realidad que nos disgusta. Y la amistad, en mi modesta opinión,   permanece en el tiempo cuando entendemos estos misterios. No esperar la perfección del amigo, no pretender de él más que el fruto de su humana condición, igual a la nuestra, factible de errores, desaciertos, omisiones y que es el fruto común que producimos como conjunto social, como civilización a través de los tiempos,  si es que tenemos un concepto sensato de quienes somos, más
Sobre Elogio de la decepción, Jeniffer Moore, Ancile
allá de toda singularidad, vanidad y egocentrismo.

Me ha conmovido profundamente la actitud que se percibe a lo largo del alegato que representa el Elogio de la Decepción. Las antiguas y sagradas Escrituras bíblicas hacen mención de las características del hombre sabio y una de ellas es que aprecia la reprensión del amigo, mucho más que las palabras de adulación de quienes no tienen la intención verdadera de beneficiar al otro.  Así es como el sabio Salomón dice: “Mejor es oír la reprensión de los sabios, que la canción de los necios” (Eclesiastés 7:5).

Pareciera ser que la deceptio forma parte de las lecciones necesarias de la vida y comprenderla permite trascender la mera existencia. Sin embargo, probablemente sea uno de los sentimientos de más impacto negativo y difícil retorno. Tal vez, porque infinitas conexiones íntimas se entrelazan en el complejo sentir que la constituye. Lo que parece más evidente es que todas esas conexiones se enraízan en el ego y como tal, toda decepción es vivida como una agresión directa a nuestra esencia, en ese plano de confianza que habíamos dispensado, y en el cual, sólo se colocan en la balanza las acciones del otro.
Me pregunto si es honesto el amigo decepcionado. La intensidad de la frustración ante lo inesperado  nubla la razón y anula la capacidad de observar hacia adentro con absoluta franqueza y humildad. Pero aún si lo fuera, si en el supuesto caso que se hallara una persona tan pura y recta, sin falla alguna, sufriendo una decepción: ¿No sería el perdón una cualidad  natural de tal individuo, conducta ética que pasa por alto la ofensa y da una nueva oportunidad al amigo?

Sobre Elogio de la decepción, Jeniffer Moore, Ancile       Por ello, entiendo, estimado Francisco, que cuando la maravillosa experiencia de la amistad  supera la decepción, el  ser alcanza una dimensión más humana,   que si pudiera extrapolarse a las diversas y multifacéticas relaciones sociales propias de la civilización contemporánea, sería posible vislumbrar  un tiempo nuevo de euritmia universal sobre la tierra.

Debo agradecerte nuevamente, querido amigo, la inmensa satisfacción que me produjo la lectura de tu texto Elogio de la Decepción, el alegato exhaustivo,  apasionado en defensa de la autenticidad de la amistad sin reservas, vapuleada por los embates de la envidia y la ignorancia, el razonamiento profundo y mesurado acerca de un concepto complejo para el lector desprevenido,  y especialmente, la posibilidad de descubrir esa actitud fraternal y amorosa del amigo (quien pudiera haber estado con justicia, igualmente decepcionado) que da razones expresas a quien debiera haber comprendido sin palabras, pero que vienen al fin, a dar fruto en todos nosotros, lectores ajenos a la situación específica que motivó el texto, brindándonos la oportunidad de injertarnos a través de la palabra, en ese tronco por donde fluye generosa la sabia perenne del entendimiento, la humildad  y la sabiduría.

Finalmente, me atrevo, con la certeza de la abundancia que habita en tu corazón, a rogarte que continúes en esta huella fecunda y nos alegres y beneficies con nuevos aportes sobre el tema, los cuales son tan necesarios para la noche que nos toca vivir como civilización que tropieza repetidamente en la misma piedra.

Con un abrazo fraterno, quien se siente honrada con tu amistad:

Jeniffer Moore
Miami, FL. USA



Sobre Elogio de la decepción, Jeniffer Moore, Ancile



1 comentario:

  1. Sin dudas un texto que además de homenajear la obra en cuestión, aporta puntos de vista de propios sobre el tema de la decepción. Creo que mediante la comprensión de la naturaleza humana del tiempo de esta vida, uno puede aliviarse un tanto de los embates emocionales, pues al fin y al cabo vamos de paso, un paso efímero hacia el otro lado, donde quizá desaparezca la angustia de ser. Un abrazo y gracias, amigo.

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