lunes, 23 de abril de 2012

VERSOS DE AYER, LIBRO PÓSTUMO DE JOSÉ ESPADA

Presentamos ayer en el recinto ferial del libro de Granada, el libro de poemas "Versos de ayer", de José Espada, que fue fundador de la Revista Literaria Extramuros y de títulos como "Poetas del sur" y "Señales de humo". Ofrecemos en esta entrada del blog Ancile algunos de los poemas del libro invitándoles a que se acerquen a este autor y su exquisito poemario.




Versos de Ayer, José Espada





VERSOS DE AYER
LIBRO PÓSTUMO DE JOSÉ ESPADA





PREGUNTO


                                    Pienso, luego existo
                                                     Descartes



Te pregunto, mi Dios, si de verdad yo existo,
si la lumbre en que ardo la doy o la recibo,
si soy algo o soy nada, si muerto estoy o vivo,
si sólo soy proyecto o soy lo ya previsto.

La duda me corrompe y ante ella me resisto
para ser de mí mismo lo que puedo y no esquivo,
la muerte que tramita mi destino cautivo
y la imagen de espejo, de la cual yo me asisto.

Partícula de Dios a través de los tiempos:
si pienso, luego existo, a ti yo me aconsejo.
y voy contra lo incierto de muchos contratiempos,

como otros que murieron para ser hoy yo mismo,
asumo los soportes que por nacer tan viejo
algo de Dios me ampara frente a mi propio abismo.





EN CADA ANIVERSARIO



                                                              A mis compañeros de promoción



Sentimos en el alma toda ausencia
cada año cuando hacemos el recuento,
de aquellos que no ocupan ya su asiento,
hurtándonos la muerte su presencia.

Y así muestra la vida la evidencia
del destino implacable como un viento,
que barre los recuerdos del momento
al cauce natural de la existencia.

Hemos visto cesar trabajo
y asumimos el nivel de nuestra vida
a cambio de ascender a nueva holganza,

sufrimos de la duda el agasajo,
pero aún con alma deprimida,
¡seguimos cultivando la esperanza!




QUERIDO AMIGO




                                             (Mensaje de amor a mi caniche)



El rastro que tú dejas yo lo sigo
y el júbilo que tengo lo proclamo
con alegres ladridos yo te aclamo,
tan feliz de apreciar que estoy contigo.

Eres tan mío como soy tu amigo,
y recibo gozoso de tu mano
el mínimo alimento que reclamo
con el cesto nocturno de mi abrigo.

Sólo quiero me veas a tu vera,
la sumisa obediencia que gustoso
te rindo y el amor que yo siento.

Y si a oscuras te escondes de cansera,
hasta ti me aproximo silencioso:
¡feliz de estar al lado de tu asiento!



MOMENTO MUSICAL





¡Qué oferta de tu escote, generosa!
En la ola de tus senos, dulcemente
han dejado mis huellas, impaciente,
los dedos de mi mano temblorosa.

Mi mano que acapara muy dichosa
al tacto tu hermosura confidente,
ciñendo cada vértice incipiente
al encuentro cumplido de la rosa.

Y respiro forzado y en suspendo
gozando de las gratas sensaciones
en el pasmo y revuelo sostenido...

Pero renuncio a tiempo tan intenso
dejando calmarse a tus pichones
en el tibio refugio de su nido.





CANCIONERO DEL RÍO




A tu ribera me he ido
con el alma en escalada.
De tu ribera me vengo
con la vida derrumbada
de pensar que no te tengo.


                *

Si es verdad lo que prometes
de venir conmigo al río,
no me preguntes qué tengo
si estoy temblando de frío.


                 *

Con terquedad de elefante
va caminando la luna
por los quiebros de la noche
detrás de la sombra tuya.

La luna se ancla en el agua
como de cuerpo presente,
esperando que aparezcas
en el recodo de siempre.

Un desfile enjaretado
de las maliciosas nubes
me ha secuestrado la luna
y el rastro de tu perfume.

¡Ay, el amor de soñarte,
sin esperanza ninguna!



                         José Espada





Versos de Ayer, José Espada

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