jueves, 4 de agosto de 2011

DE LA MÉTRICA CELESTE. EPÍTOME DE VERSIFICACIÓN ESPAÑOLA: EL ENDECASÍLABO

En esta nueva entrada de la sección: De la métrica celeste, expondremos algunas aproximaciones al verso endecasílabo, acaso uno de los más usados en la actualidad (con mayor o menor acierto) y de los que goza mayor y subida tradición la poesía española. El acercamiento a este importante verso esta extraído del estudio que al respecto lleve a cabo en, Fundamentos de la proporción en lo diverso, en sus dos respectivas ediciones (Universidad de Granada, 2007 y Jizo ediciones, 2008).





De la métrica celeste: epítome de versificación española: El endecasílabo, Francisco Acuyo









De la métrica celeste: epítome de versificación española: El endecasílabo, Francisco Acuyo



 DE LA MÉTRICA CELESTE.EPÍTOME 
DE  VERSIFICACIÓN ESPAÑOLA:
 EL ENDECASÍLABO 






De la métrica celeste: epítome de versificación española: El endecasílabo, Francisco AcuyoEl endecasílabo, al margen de que sea o no considerado como el mayor (y más influyente) grupo fónico que admite el castellano (A. Quilis), sí ha de reconocerse, sin embargo, la ingente producción poética en el uso de tal verso en nuestra lengua desde su aparición (acendrada ya en Boscán  y, sobre todo, en Garcilaso), prácticamente en cualquier época de la historia de la literatura española; mas, nos parece también una razón poderosa para añadir a cuenta de inventario de todas aquellas razones anteriormente aducidas, el hecho de que, en la poesía —en lengua española— contemporánea, sigue siendo probablemente el verso más utilizado. También porque es el modelo que parece gozar de estudios y clasificaciones más variadas y escrupulosas. En cualquier caso, porque manifiesta de manera más evidente aquellos rigores o ligerezas de manipulación cuyos resultados han sido objeto de no pocas controversias, las cuales se pueden mostrar con más evidencia en los casos de las rupturas de la simetría preceptiva y su de estricto aparato conceptual, de las cuales hablaremos en posteriores entradas
.
Por endecasílabo se considera el verso simple, de once sílabas métricas con acento obligado en la décima sílaba. La posición de los acentos interiores —se dice, llevar uno al menos— es variable y da lugar a distintas clases de endecasílabo. Sin lugar previamente determinado, el endecasílabo lleva una pausa de sentido hacia la mitad (Domínguez Caparrós).Los tipos normalmente diferenciados son los que se acentúan en sexta sílaba (reconocidos como endecasílabos a maiori), en cuarta y octava (a minori) y cuarta y séptima —de gaita gallega—.58 

Se dice que el verso endecasílabo coincide de manera rigurosa con el grupo fónico máximo que admite el castellano.59Entre las varias experiencias que las letras españolas recogen de Italia [… ] ninguna se destaca de manera tan definitiva como la adaptación del verso endecasílabo con todo el cortejo de sus variadas estrofas;60 célebre fue la colaboración entre Juan Boscán y Garcilaso de la Vega, pues gracias a la extraordinaria maestría de este último, se consigue la eximia integración de dicho verso en nuestra lengua. 


Navarro Tomás61 establece la siguiente clasificación, aunque seguiremos nosotros para identificarlos, primordialmente, en la presentación de la casuística los establecidos por José Domínguez Caparrós62 (en base en los tipos de ritmos detectables en ellos):



Endecasílabo enfático: acentuado en 1ª, con apoyo en la sexta sílaba, distinguiendo en el primer grupo (cláusula) un núcleo dactílico, y un ritmo trocaico en las siguientes partes; se dice componente menor del endecasílabo polirrítmico, propio de momentos de uniformidad en el poema. 




todas sus inmortales maravillas 63

1ª———-––––– 6ª———–10ª

miran los labradores espantados 64

1ª—————— 6ª————10ª

cuán delicadamente me enamoras! 65

1ª—————— 6ª—————10ª



Endecasílabo heroico: inicia su secuencia rítmica con una sílaba en anacrusis, marcando el tiempo en la 2ª sílaba; con acento intermedio en 6ª; se reparte en ritmo trocaico las ocho sílabas de que consta el periodo. De compás llano, equilibrado y uniforme. En la mayoría de los sistemas se considera heroico cuando es a maiori y acentuación en 6ª, aunque lleve acento en 1ª. 



A vista de las aguas descendía 66


—2ª———— 6ª—————–10ª


lo mismo que en la llama el caminante 67


——2ª——––——— 6ª—————10ª


que alternan su dolor por su garganta 68

——––2ª———— 6ª——————10ª




Endecasílabo melódico: comienza con dos sílabas en anacrusis; marcando el tiempo en la 3ª sílaba y con acento intermedio en 6ª. Después de la primera, se forman tres grupos o cláusulas trocaicas. Efecto suave y sosegado.



al adobado vino,

emisiones de bálsamo divino.69
——3ª——— 6ª————10ª

estaban muy atentas, los amores,


de pacer olvidadas, escuchando.70

———3ª—— 6ª—————10ª

Como en la melodía está el consuelo,71

y el frescor en el chorro, penetrante,
——––—3ª——— 6ª—————10ª



Endecasílabo sáfico: Con tres sílabas en anacrusis comienza el verso. El tiempo se marca en 4ª sílaba, con acento secundario en sexta u octava. El periodo consta de seis sílabas, las cuatro últimas trocaicas. Lentitud y blandura son los efectos de dicho verso.72 Así dice que las cuatro variedades de ordinario se mezclan. En el Arte del verso recoge además el endecasílabo galaico antiguo, con acentos en 5ª y 10ª que son resultado de un hexasílabo y un pentasílabo polirrítmicos. También el endecasílabo a la francesa, con acento en 4ª con palabra aguda y otro acento en 6ª u octava; reseñaremos tan sólo las modalidades de endecasílabo anfibráquico o de gaita gallega y el anapéstico.73 


Es conveniente advertir  la distinción entre sáfico impropio, que no lleva acentuadas las sílabas 1ª y 4ª, o lo que es lo mismo que no comience por un adónico, y el propio, que comienza por adónico, es decir con acentuación en 1ª y 4ª sílabas. Como ejemplo de endecasílabos sáficos veremos:





De la métrica celeste: epítome de versificación española: El endecasílabo, Francisco Acuyohacemos una piña,
y pacerá el amado entre las flores.74
———4ª—— 6ª——————10ª 

gallarda un día, sobre impaciente,

le redimió del vínculo dorado.75
———–4ª—— 6ª——–—10ª


Como en el ala el infinito vuelo,76

————4ª—————8ª—10ª



Ejemplos de endecasílabo dactílico:




Libre la frente que el casco rehusa 77
/————4ª—————7ª——10ª



Endecasílabo galaico antiguo:

Cosas misteriosas, trágicas, raras78
1ª————— 5ª——7ª———10ª





Endecasílabo a la francesa:



Copia cruel, me arrancas largo llanto79

1ª———4ª————6ª———8ª—10ª




De la métrica celeste: epítome de versificación española: El endecasílabo, Francisco Acuyo



Diremos, finalmente, que la riqueza y complejidad del verso endecasílabo estará en correspondencia directa con los acentos rítmicos —en la relación anteriormente expuesta— y  en trabazón estrecha con sus silencios (pausas), los cuales pueden derivarse de su funcionamiento que, en casos diversos, no tan excepcionales como cabría pensarse, veremos que muestran no sólo una ametricidad, en cuanto que producen una ruptura con el precepto métrico, también una no linealidad manifiesta, no sólo en el discurrir del verso totalmente métrico, también en aquellos que muestran esta anunciada violación de la norma; además, todos ellos dependen de su conjunción especial, compleja y dinámica para formar el verso de arte mayor en todas sus ricas variantes, mas, también, de forma necesaria en sus singulares cualidades internas que dependen a su vez de la integración e interacción compleja de todos y cada uno de los elementos que componen el verso.

  

Notas.-

   57. Domínguez Caparrós, J.: ob. cit., pág. 164.
   58.  Quilis, A.: ob. cit., pág. 181.

   59.  Navarro Tomás, T.: ob. cit., pág. 120.

   60.  Navarro Tomás, T.: ob. cit., pág. 120.

   61.  Navarro Tomás, T.: ob. cit., pág. 120.

   62.  Domínguez Caparrós, J.: ob. cit., pág. 16, y 164. La posición de los acentos interiores —de los que debe llevar uno al menos— es variable y da lugar a distintas clases de endecasílabo. Los grandes tipos normalmente diferenciados son los que acentúan en: sexta sílaba —endecasílabo a maiori—; cuarta y octava —endecasílabo a minori—; cuarta y séptima sílabas endecasílabos de gaita gallega.  El endecasílabo sáfico, cuando es considerado como una variedad —y no como sinónimo— del endecasílabo a minori, se somete a precisas normas estilísticas.

   63.  Jiménez, J.R.: Sonetos Espirituales, Libros de poesía, Aguilar, Madrid, 1979.

   64.  Fray Luis de León: A Felipe Ruíz (1), Poesía Completas,  Aguilar, Madrid, 1973.

   65.  San Juan de la Cruz: Llama de amor viva, Poesías Completas, Aguilar, Madrid,1973.

   66.  San Juan de la Cruz: ob. cit., pág. 245.
   67.  Jiménez, J.R.: ob. cit., pág. 245.

   68.  Góngora, L. de: ob. cit., pág. 236.

   69.  San Juan de la Cruz: Cántico espiritual, ob. cit., pág. 245.

   70.  Garcilaso de la Vega:  ob. cit., pág. 235.

   71.  Jiménez, J.R.: ob. cit., pág. 245.

   72.  Milá y Fontanals, M.: y Aguado, J.M.: Tratado de las diversas clases de versos castellanos y de las más frecuentes combinaciones métricas y rítmicas. B.O.R.A.E.L. Madrid, 1925.

   73.  Milá y Fontanals, M.: y Aguado, J.M.: Ob.Cit. pág. 326.

   74.  San Juan de la Cruz: ob., cit., pág. 245.

   75.  Góngora, L. de: ob. cit., pág. 236.

   76.  Jiménez, J.R.: ob.cit.,pág. 245.

   77.  Darío, Rubén,: ob. cit. pág. 236.
   78.  Darío, Rubén,: ob. cit. pág. 236.
   79.  Lista, A.: Poesías inéditas, Voluntad, Madrid, 1927.



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