martes, 31 de mayo de 2016

MAGDA ROBLES, POETA INVITADA

      Para la sección, Poetas invitados, del blog Ancile, traemos a la amiga y poeta granadina Magda Robles, quien nos ofrece una antología personal, una breve biobibliografía y una poética en verso, todo lo cual nos dará una semblanza de su quehacer poético presente y de su trayectoria vital y literaria y, los poemas inéditos, que nos hacen imaginar las excelencias del futuro.

Magda Robles, poeta invitada

MAGDA ROBLES, POETA INVITADA

Magda Robles, poeta invitada

APUNTE BIOBIBLIOGRÁFICO

  Comencé a dar mis primeros pasos por el mundo de la mano de un libro. Nací a las letra ”En penumbras…”, blog en el que se fue gestando mi primer poemario, En penumbras se hizo verbo. Tras él llegó mi niño mimado, En piel del ángel caído. En el cajón queda alguno más...
         Tengo la suerte de haber sido incluida en algunas antologías nacionales, así como en la antología internacional La luna en verso, especial para mi tanto por su temática como por las voces que la componen. Mis letras y reseñas se encuentran en diversos portales literarios y publicaciones, tales como la Revista Jizo de Humanidades, las revistas digitales de arte, literatura y crítica literaria Espacio-Órbitas y Papel Literario, o el fanzine Ultratumba, entre otras.



 POÉTICA



“No escribo formas

pues nunca supe
cómo encajar las piezas.

Escribo pulsos.
Latigazos desgarrados
de ventanas entreabiertas.

Escribo inviernos
y cuervos azules que me arrullan.
Melodías sigilosas
que rasgan la partitura.

Escribo muertes anunciadas
que se inventan
para alejar la despedida.

Escribo pactos.
Y suicidios.
Y silencios.

Escribo hojas,
páginas que arden
siempre de piel adentro.

Escribo horas,
escribo tiempos.

Escribo antros.
(D)escribo vidas.
Desnudo infiernos.”






POEMAS VARIOS

Magda Robles, poeta invitada, En penumbras se hizo verbo


HIEDRA



Tengo manos de muerte que rozan tu escarcha.

Y quizá amar no sea
más que este deshacerse en guijarros y saliva.

Ser hiedra,
y piedra rota desmoronada
que se transforma,
que nos diluye
y nos une así
en una sola bruma imperecedera,
que aparenta lamer un nuevo día.

No hay otro milagro
que disuelva el nosotros.

Porque tú y yo somos…
esencia atemporal convertida en arena.



(De En penumbras se hizo verbo)




ESCRÍBEME EN EL VIENTO




Porque te espero
en la misma esquina que se robó tu cuerpo.

Escríbeme en el viento,
que yo aprenderé a leerte.
En el mar, en las grietas,
en tu nombre mismo inacabado.

Descifra este puñado de gotas
que tengo entre las manos,
que me caen desde el suelo
empapándome la voz.

Hazme inmortal
en el silencio de las piedras,
o en el rumor esquivo del agua,
y el sabor a incertidumbre de tu boca.

Y dame nombre...




(De En penumbras se hizo verbo)





Magda Robles, poeta invitada, En piel del ángel caído






A GOLPE DE LABIOS




Hay quien dice que morir
es dormir
eternamente en otros labios.

Quizá solo nos quede el juego
mientras los labios se conocen
y escriben su propia noche
en un idioma que aún desconocemos.

Me entregas
la quietud callada de tu nombre.
Como quien entrega un cuerpo
desnudo en ofrenda y sacrificio.

Eres dios,
         y mártir

abriendo el cuerpo
al cuerpo. Rompiendo
el silencio a golpes de voz.
A golpe de labios
mordidos.

Con la certeza de que ese instante
será el preludio infinito de otra muerte
que verterá sobre la piel
un nuevo infierno.

Un invierno antiguo.

Un extraño instinto
a seguir amando
y ya nunca despertar.



         ( De En piel del ángel caído)



LUZBEL

 


"Quomodo cecidisti de caelo, lucifer, fili aurorae?

Isaías 14.12-14




¿Qué esconden tus ojos
cuando me nombran?

¿Qué buscan?
¿Qué aciertan?
¿Qué deshacen?

Me amaneces en las manos.
Eres el  instante de luz
que eriza la piel
y deja sentir cómo florecen
jazmines en la carne.

Porque eres tú quien desnuda mis mañanas.
Quién ansió beber el agua dormida
y desató el amor y sus tormentas.

Ángel caído,
que rozó mi linde
y prendió sus alas.




         ( De En piel del ángel caído)



DANZA FURTIVA

 


Hay algo de animal en esta espera.
En este aliento agazapado
y este viento que te invoca.

Me deshaces cada noche
para urdir cada mañana un nombre nuevo.

Distinta yo en tus mismas manos.

Eterna y tuya,
vencida sin derrota.



         ( De En piel del ángel caído)





HE MUERTO UNA Y MIL VECES




                     He muerto una y mil veces.


                    Aún ignoro
                    cuál de ellas
                    fue la definitiva.



                     (De Por los malditos, inédito)






CUANTO DUELE ABRIR LA PUERTA Y RECIBIR



Cuanto duele abrir la puerta y recibir
el golpe inerte de este silencio huérfano.
Y sin embargo, el aire aún guarda tu presencia.

Hay pupilas engarzadas en los muros,
y ensueños transparentes que aletean
buscando otra  noche en que volver a ser.

Me miro en tus ojos ahora que ya
no pueden verme, y me veo vencida
ante esta vida sin vida que hoy me sale al paso.

Y no es fácil buscar la huida
porque Alicia ha vuelto y me ha contado
qué no existe realmente al otro lado.

No hay espejos de doble fondo.
No hay nichos de puertas abiertas
ni días de visita. No hay milagro.

Hace tiempo que emprendiste
este viaje y no hay retorno.
No hay caminos de ida y vuelta
que me guíen otra vez hasta tu abrazo.

Y sin embargo hay un pájaro amarillo
que a veces me visita por las noches
y me canta su secreto.

Y me cuenta que has reído
en otros campos de amapolas,
en otra tierra sin arar
salpicada con la sangre de los dioses.
Y que has besado estas lágrimas granate
más allá de todo invierno.

Sé que miente.

Pero sabes, aún hay noches en el que el viento
deletrea tu latido, y son las sombras
en mi pecho
el arrullo adormecido de tus manos.

(Y sé que miento.)


(De Pequeño muestrario de relojes y silencios, Inédito)





BROTA AGRESTE LA PALABRA




"It isn't easy.
Words don't come easy
to me."



Brota agreste la palabra.

Y queda expuesta, 
vulnerable como un árbol desnudo 
en tardes sin remanso. 

Vertida, 
como páramo yermo 
anhelante de lluvia 
que lo preñe de preguntas. 

Incierta, 
como rama cobijo, 
que a pesar de la ofrenda, 
crece huérfana de alas.



(Inédito)





MORDER EL AIRE


Morder el aire

como quien muerde la manzana
culpable de las mil caídas
de un solo ángel.

Existir desnudando espacios,
habitando un único silencio
que errante busca
otra luna interminada.

Someterse al destierro de manos
y hojas,
y manos,
y viento,
y al tiempo tirano
que obliga a caminar
con pasos que no consiguen
hallar un norte.

Y escribir.
Para hallarme.
Para mirarte a los ojos
sin emprender la huida.

Y renacer
en la noche callada
siempre escribiendo
a pesar de la herida.
A pesar de la nada.



(De Por los malditos, inédito)








ÍCARO MODERNO



Ego encadenado
a un disfraz de saldo.

Sin alas.
Sin párpados en los ojos
que frenen la caída,
o cieguen esta luz
que la locura enciende.

Pájaro errante,
predestinado a cualquier abismo.
Te crees dios.
Caído.
Nunca llegaste a ser ángel.




(De Por los malditos, Inédito)






PROTEGE LA VENTANA UNA ALAMBRADA





Protege la ventana una alambrada.
Al otro lado, en su refugio,
una muñeca rota juega a columpiarse.
En una mecedora antigua
se balancea despacio.

Su pelo crespo, azabache en otras lunas,
luce hoy encanecido por el polvo.
También hay polvo en las cuencas
rotas de su mirada.

A veces se oye un siniestro repiqueteo.

Es la lluvia y su “déjame entrar”
tocando a los cristales,
como si fuese un visitante
incierto y mal venido.

El lunario cuenta los días.
Y mientras la muñeca espera
a que un soplo de brisa fresca
le traiga un golpe de suerte
y la ciegue al mundo,

cerrando de golpe al fin
la contraventana.



(Inédito)





Magda Robles


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Magda Robles, poeta invitada,

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