martes, 1 de diciembre de 2015

LA EDICIÓN DE, D. QUIJOTE: DE LA UTOPÍA AL MITO, DEL FILÓSOFO TOMÁS MORENO, EN JIZO EDICIONES

El día 10 de diciembre presentamos el libro del profesor y filósofo Tomás Moreno, titulado, Don Quijote: de la utopía al mito, en la librería Picasso de Granada, a l9.30 horas. Intervendrán en el evento el catedrático de Historia Antonio Fernández Juárez, el editor del libro y poeta Francisco Acuyo y el mismo autor del conjunto de ensayos sobre el Quijote, Tomás Moreno. Recogemos para la sección de Noticias del blog Ancile una breve muestra: un fragmento de la introducción del prologuista y otro de la introducción del autor de la obra para hacer boca y os animéis a ir a la presentación o adquirir tan interesante título.





Don Quijote: de la utopía al mito, de Tomás Moreno, Ancile


LA EDICIÓN DE, D. QUIJOTE: DE LA UTOPÍA AL MITO,

DEL FILÓSOFO TOMÁS MORENO, 

EN JIZO EDICIONES



Don Quijote: de la utopía al mito, de Tomás Moreno, Ancile




PRÓLOGO



[...] En cualquier caso, invectiva o no contra los libros de caballerías, o mucho más que eso, vemos que aquel supuesto propósito censorio proporciona infinidad de variadas exégesis, y he aquí una granada muestra ofrecida en este compendio de reflexiones excelentemente entrelazadas que acaban reuniéndose en este libro intitulado, Don Quijote: de la utopía al mito, del filósofo Tomás Moreno, en principio como rara y extravagante excepción e iniciativa, habida cuenta de los tiempos frívolos y descorazonadores que corren por sus respetos en el ámbito de la nunca peor llamada intelectualidad de nuestros días; así, nunca está de más volver mediante nuevas y acendradas reflexiones sobre la interesante realidad que indaga nada menos que en la razón —no solo literaria—, sobre todo filosófica, de una de las obras cumbres de la creación humana, mas también en el entendimiento e inquietudes de una mente excepcional como fue la de Miguel de Cervantes, expuesta tan rica (yo diría opulentamente) en ese festín de las palabras y de las ideas como es El ingenioso hidalgo D. Quijote de la Mancha.

Para tal cometido y ocasión se ha reflexionado, investigado y, al final, escrito y reunido este ensayo que, con brevedad y entusiasmo trato de presentar. Tomás Moreno, su autor, profesor, escritor y filósofo, en esta aproximación al Quijote y a su creador, Cervantes, se me antoja de atención mucho más que conveniente, acaso porque pueda resultar milagroso estímulo para quien aspire a algo más que el saber por referencias (paupérrimas casi siempre) sobre la identidad y realidad de lo que muy bien pudiere cambiar la vida de los más atentos, pues así es como actúan en el espíritu humano las obras que marcan el camino de lo más señalado (literario, científico, artístico…), no en vano grandes escritores, pensadores, científicos, vieron la luz de su destino a través de ellas. Este libro sobre algunos aspectos del pensamiento en El Quijote, muy bien pudiere conllevar ese estímulo inicial de curiosidad para indagar, leer y releer uno de los pilares básicos no solo de nuestra literatura (que es decir de la cultura universal), también uno de los fundamentos más singulares sobre la indagación de la realidad ficticia o literaria y la verdadera realidad. [...]


Francisco Acuyo





Don Quijote: de la utopía al mito, de Tomás Moreno, Ancile


INTRODUCCIÓN

No existe ninguna obra literaria escrita en castellano que haya alcanzado un éxito tan unánime y una proyección tan universal como el Quijote. Ninguna otra mantiene tanta vigencia e interés como ella. Siglo tras siglo, época tras época, sus lectores han encontrado en sus páginas, además de una indiscutible belleza y donosura literarias, momentos de solaz divertimiento y de emoción inagotable, así como numerosos mensajes de profundidad filosófica desusada o una peculiar enseñanza de insólita sabiduría humana. Las palabras que escribe Jean Canavaggio en su ensayo Don Quichotte, du libre au mythe. Quatre siècles d’errance hacen justicia, a este respecto, al libro cervantino que, en cada tiempo y para cada lector, ofrece unas posibilidades hermenéuticas —acumuladas con el paso del tiempo y la tradición— siempre inéditas, renovadas, apasionantes y originales: “Né du genie de Cervantès, don Quichotte s’est construit au fil de ses réceptions successives”1.

Don Quijote: de la utopía al mito, de Tomás Moreno, AncileVeamos, si no, a título de ejemplo, cómo fue percibida la obra cumbre cervantina en un momento muy crítico de la historia europea. Fue concretamente en 1916, en plena Primera Guerra Mundial, cuando un conocido escritor peruano, Ventura García Calderón, realizó una encuesta —con ocasión del tercer centenario de la muerte de Cervantes— para recabar su opinión sobre el Quijote y su simbolismo entre los más importantes literatos, pensadores y artistas franceses del momento (Paul Claudel, M. Barrés, Georges Duhamel, Valery Larbaud, Anatole France, George Sorel, M. Maeterlinck, H. Bergson, A. Rodin entre ellos), algunos de los cuales incluso se encontraban en el frente cuando la recibieron. El título de la misma, “Une enquête litteraire. Don Quichotte à París et dans les tranchées”2, es bien significativo el dramatismo del momento y nos ofrece una idea aproximada para entender el nivel de recepción a escala internacional o universal de  la inmortal obra cervantina, en aquellos trágicos momentos de sangriento enfrentamiento entre las naciones europeas.

Entre la cuarentena de respuestas recibidas —todas plenas de emoción y en extremo elogiosas de Cervantes, de su libro y de la figura y simbolismo del Quijote— destaca una, la del poeta Guillaume Apollinaire (1880-1918), en la que se nos muestra cómo en el lugar más insignificante, remoto y desconocido de Europa y en una de las circunstancias más adversas e inverosímiles imaginables, podía encontrarse el inmortal libro del mayor escritor español de todos los tiempos: Don Quijote de la Mancha. Sinteticemos su respuesta, eligiendo este pasaje de su carta: “Tan pronto recibí su cuestionario, se lo enseñé a los brigadas y suboficiales de mi batería. Debo decir que ninguno de ellos conocía a Cervantes ni a Don Quijote. Sin embargo, varios astutos mozos de Picardía, sabían lo que era una Dulcinea y, a fe mía, habían oído hablar de Sancho Panza, con quien bien podría comparárseles por la sensatez y la forma de expresarse. Como el Quijote es un libro que amo infinitamente, quise que lo leyeran y, a modo de diversión, hice que se abochornaran por no conocer un libro tan perfecto y difundido. Tomaron la broma por el lado bueno y me emplazaron a que les trajera un ejemplar del Quijote antes de la hora de la cena, es decir, las 18:30. Eran alrededor de las 14:00. Nos apostamos tres botellas de champán para darle interés a la cosa. Tengo que decirle que seguimos estando en línea de fuego, justo detrás de las trincheras de infantería, en un bosque espeso, lejos, no sólo¡ de las ciudades, sino incluso de cualquier aldea. Disponiendo de tiempo libre me fui a unos 220 metros, hasta el pueblo más próximo, un villorrio abandonado por sus habitantes. Los “boches” habían pasado por ahí y ahora hay tropas francesas acantonadas. Pocas casas permanecen en pie, ninguna está intacta, pero en la primera que encontré a “Don Quijote de la Mancha”, traducido por Florián y gané mi apuesta. Mañana devolveré el libro allí donde lo he cogido y donde su dueño lo encontrará para volver a leerlo”. [...]


Tomás Moreno







1. Jean Canavaggio, Don Quichotte, du libre au mythe. Quatre siècles d’errance, Fayard, París, 2005, p. 250. Lo que afirma en la cita Jean Canavaggio lo ejemplificará magistralmente Jorge Luis Borges en su genial “Pierre Menard, autor del Quijote” (Ficciones, 1944), en Jorge Luis Borges, Obras Completas, tomo I, RBA-Instituto Cervantes, Barcelona, 2005, pp. 444-450.
2. La encuesta fue publicada como libro por el Centre d’Études Franco-Hispaniques de la Universitè de París en 1916, pp. 16-17, y simultáneamente en el periódico madrileño El Imparcial. Georges Duhamel, por ejemplo, movilizado como médico, respondió: “Recibo su carta en el frente y, curiosa coincidencia, me llega precisamente cuando dedico los ratos de ocio que me deja la vida militar a leer una vez más el Quijote, en una de esas ediciones portátiles que forman la biblioteca del pobre… o del soldado. Es la cuarta vez que leo el Quijote y no sé si debo reprocharme no haberlo leído más a menudo todavía, o felicitarme por haber tenido tiempo de olvidar agunas páginas y poder reencontrarlas con más placer”.
Y el gran pensador y dramaturgo belga Maurice Maeterlinck, premio Nobel de literatura en 1911, tuvo a bien escribirle estas palabras: “Don Quijote fue, junto a Robinson Crusoe, una de las primeras, de las más gratas lecturas de mi infancia. Lo considero como uno de los libros fundamentales de la humanidad y es, como Homero, Shakespeare y la Biblia, la fuentede toda nuestra formación intelectual y moral”.





Don Quijote: de la utopía al mito, de Tomás Moreno, Ancile




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