miércoles, 27 de febrero de 2013

ALFREDO JORGE MAXIT, POETA INVITADO

Para esta sección nuestra (vuestra sobre todo) de poetas invitados, contamos con el poeta y profesor (y desde luego amigo)  Alfredo Jorge Maxit. Nos complace muy gratamente traer a nuestro público de Ancile (que ya empieza a ser muy numeroso) unas aproximaciones a la vida y obra de este autor que nos parece un referente humano y literario de interés sobrado para que, quien no tenga la fortuna de conocerlo, pueda leerlo y reconocerlo, aunque muy brevemente, a través de este espacio nuestro, siempre abierto y alerta, a todos los valores de la literatura y sobre todo de la poesía. Queda pues, aquí, sucintamente, con todos vosotros, la vida y obra de Alfredo Jorge Maxit.




Alfredo Jorge Maxit, Poeta invitado, Ancile



ALFREDO JORGE MAXIT, 
POETA INVITADO

Alfredo Jorge Maxit, Poeta invitado, Ancile
Nuestro autor con Horacio Preler



BIOBILIOGRAFÍA



Alfredo Jorge Maxit (1942, Colón, Entre Ríos, Rca. Argentina.) Ha repartido su vida literaria entre la enseñanza (es profesor en Letras, jubilado) y la escritura. Ninguno de los géneros literarios le ha sido ajeno, aunque su preferencia por la poesía es evidente, como bien lo indica la publicación de sus ocho libros de poemas: Entreluces (1996), De lengua y ltieratura y poemas de aquí y ahora (2001), Con las palabras (2005), Des/habitaciones (2006), Sombras de luz (2007), En tránsito (2008), La poesía desde los poemas (2009), Cada luz (2011). Todos ellos llevan prólogos y contratapas de reconocidos poetas argentinos, algunos de ellos miembros de la Academia Argentina de Letras. En noviembre de 2012 ha sido incluido en la Antología Universal de Poetas del siglo XXI, Fernando Sabido Sánchez Editor.
Alfredo Jorge Maxit, Poeta invitado, Ancile
Entre sus obras  teatrales se destaca El curioso impertinente, versión escénica de capítulos de El Quijote, editado por Letralia (2005) en el libro digital de homenaje a la obra inmortal de Cervantes. En el 2011 ganó el premio internacional Federico García Lorca por su Cuento sonámbulo.
Ha publicado numerosos trabajos de crítica literaria: sobre Gonzalo de Berceo, Fray Luis de León y San Juan de la Cruz, Antonio Machado, Miguel Hernández,. Fray Luis de Tejeda y Guzmán, primer escritor argentino, los poetas platenses Horacio Preler, César Cantoni y Guillermo Pilía y el entrerriano Walter Ocampo. En el 2011 publicó dos libros, uno de ellos digital, sobre la poesía de Horacio Castillo, y presentó en Buenos Aires su última obra –cuentos, poemas, breve teatral y dos análisis y comentarios poéticos- Cuento sonámbulo y otros pretextos.


Alfredo Jorge Maxit, Poeta invitado, Ancile

POÉTICA


La poesía ha sido mi manera de interpretar el mundo. En la misma no ha faltado el amor por la tierra natal y provinciana ni el dolor por el sufrimiento de los hombres en el planeta. Pero, a partir de Des/habitaciones (2006), la dirección predominante de la misma ha sido aquella que tiene en cuenta la seriedad del mundo y busca expresarla a través de una forma lo más breve y sugerente posible. El misterio de todo lo existente y el deseo de ir -con las palabras- más allá de lo visible (las bardas de este corral, que decía Machado) ha sido el motor principal de mis creaciones verbales. Por otro lado, lo que espero como poeta (vean el poema Despliegue) es que en la gran enramada viviente de la Literatura, ellas, las palabras, hayan levantado un gajo de voz que las salve de la nada. Como a la luz/ un relámpago la salva/ de los continuos de la noche.



Alfredo Jorge Maxit, Poeta invitado, Ancile


POEMAS


Alfredo Jorge Maxit, Poeta invitado, Ancile



DE EXCAVACIONES


        

Con  el pico de la palabra al hombro
me salí un día  a excavar el mundo.
Después de tanteos y de golpes
saltó tremendo un borbotón
-redondo, claro, distinto-,
que por obra de malabarismos
avanzó por fantásticas avenidas
fijando carteles para el tránsito
seguro del universo.

Y sentí que rozaba con el pico
los secretos del Ser siempre mayúsculo
y advertí que las extracciones cimentaban
el templo de las  columnas perdurables.
Y me dejé pasar años enteros.

Cuando volví, el mundo aún movía
                                                              original, intacto.



                                                                                                               (De: Entreluces)




CLASE DE LENGUA



No se sabe muy bien qué fue primero.
Si el ¡ay!, el ¡oh! –dolor, asombro-,
el verbo que es acción –subir, comer-
o el sustantivo cosa –árbol, fruto.

Sí, que vino después el adjetivo
a sumar precisión y matiz:
alto sol, débil lluvia, luna llena.
Y que fue anteayer, aquí, en algún
lugar del fiel planeta azul,
entre las circunstancias del adverbio.

La conjunción unió hombre y mujer,
piedra y zorzal y la preposición –en:
rosa con espinas-, subordinando
al término, protegió a la flor.

Prodigio de  la lengua y del habla
que nos devino el ser a ti, a mí,
a ella, a él, al ello,
a nosotros,
                    frágiles pronombres.


 (De: De lengua y literatura y poemas
        de aquí y ahora.)



Alfredo Jorge Maxit, Poeta invitado, Ancile






DESPLIEGUE




Despliegan repliegues las palabras.
Como las hojas que da el árbol,
cuando tras la lluvia
el sol las aparece.

Se espera que ellas suban
(a veces a lo náufrago)
un gajo de voz a la tremenda,
fascinante enramada.

Que entre el follaje salven
un despliegue minúsculo.

Como a la luz,
un relámpago la salva
de los continuos de la noche.


(De: Con las palabras.)



IMAGINARIO


Conforma las imágenes del ojo:
ombligo, árbol, les adjunta
totalidades: mundo, cosmos.

El sueño lo saca de los abecedarios.

A su empeño alientan campanas,
sinfonías, cohetes,  películas
de noventa-sesenta-noventa
o caderas rubias de renacimiento.

Traspasa las junturas: a los ángeles
pinta con cuerpos de niños,
brazos de pájaros.

Cuando pierde el ovillo de Ariadna
y los pueblos claman calamidades
de Minotauro,
                          con Teseo reinicia
el circuito de lino, la parcial
salvación de las sombras.


(De: Des/habitaciones.)




Alfredo Jorge Maxit, Poeta invitado, Ancile


EL ÁRBOL DE LA LENGUA


El árbol de la lengua guarda voces,
algunas nunca vistas ni siquiera
cuando a mudar se va la vida oculta.
¿O será que andan ellas las alturas
o esconden –junto a troncos y hojarascas-
a resguardo del ruido omnipotente?

¿O un fantasma del árbol las retiene
hasta próxima lluvia desde abajo?


(De: Sombras de luz.)







HOMO


Aunque ha saltado los azules bordes,
sueña con Júpiter, con ir más allá
de la Vía Láctea, saber el polvo
paternal de los astros,
no excede la conciencia mortal
que a pedazos de símbolos tienta
la majestad del  Universo.



(De: En tránsito.)



Alfredo Jorge Maxit, Poeta invitado, Ancile


ELLAS



¿Cómo rozar el inicial abrazo
de las interjecciones, la flor
en la raíz de las palabras?

¿Dejándolas subir y caer
desnudas en el aire?

Acaso, entre guardas
de silencios, ellas
tartamu
                 dirán.



                 (De: La poesía desde los poemas.)







CADA LUZ


Supo un hombre al fin que la promesa
no estaba al alcance de los ojos.

Por sobre la marea de las horas
olor a hierba anduvo bajo el cielo,
bendijo cada luz
                             como los pájaros.


(De: Cada luz.)



Alfredo Jorge Maxit, Poeta invitado, Ancile




ATENIDOS


      
La  vida así parece.
Pedazos de sol, de noches,
lluvias desiguales de días
sobre las carpas.

Sentimos como Adán o Eva
antes o después
del  ángel.

Somos solo recipientes
atenidos a modelar
con los pedazos,
                             a veces,
admirables fulgores.




Inédito



DE LA DICHA , 1



Quien se asoma a la ventana
de las noches y los días
lo ha aprendido:
el amor es el tiempo
de la flor que perfuma.


Pero es bello saltar
con hipérboles los límites,
ponerlo a la altura
de los sueños
que cantan una luz,

del deseo que vive,
cuántas  veces,
la caza de la dicha
siempre móvil.




Inédito

      


  DE LA DICHA, 2
                                
                     Que lo inmortal no esperes te advierte el año…
                         
                                                                       Horacio
                                                                                                                                         

Se  aprende. Nada verdece ni florece siempre.

El día sabe a noche, la noche a día.
Al  verano de olajes sigue el pausado otoño;
al invierno callado, la primavera a voces.

Efímera vida.

                         
Pero es posible, aun casi en las afueras,
colgar de las sogas que huelen a frutas,  
palpar -entre los concedidos cuandos-
preñeces de  dicha.



inédito
                                                   


DE VUELTA



Ulises tal vez fuera el hombre,
aunque a su barca no subieran
las sirenas del sueño. O fuera
tal vez, el anónimo hijo
de la azarosa prodigalidad
de los días. Acaso no lo aguarde
Penélope o el Padre, ni deje
Telémacos o no tenga un hermano
que reclame un cordero. Vuelto él,
Anteo minúsculo, de las manos
de Heracles sin gloria, a los brazos
de Gea bajo el árbol
                                   del cielo.


Inédito
  


Alfredo Jorge Maxit



                                    
Alfredo Jorge Maxit, Poeta invitado, Ancile


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